El desierto también alimenta. Guiados por conocedores de la comunidad, los visitantes pueden participar en la recolección de frutos, semillas y plantas medicinales que han sustentado la vida Comcaac por siglos.

Pitahayas, dátiles, mezquites y otras especies se convierten en alimentos, remedios y parte de nuestra identidad cultural.

Es una experiencia única que enseña a valorar la sabiduría ancestral y la abundancia de un entorno que a primera vista parece árido, pero que en realidad es fuente de vida.