La mayor riqueza de la Nación Comcaac es su gente.

Los visitantes pueden compartir espacios donde se transmiten relatos, cantos y música tradicional, así como participar en talleres de elaboración de artesanías, donde cada pieza lleva la memoria de nuestros ancestros.

Concha, palo fierro, junco y fibras naturales se transforman en collares, cestos y figuras que cuentan historias milenarias.

Participar en estos talleres es vivir una experiencia inmersiva, donde las manos del visitante se conectan con el arte de un pueblo que ha sabido dialogar con el mar y el desierto.

Son recorridos que se realizan con profundo respeto y bajo la guía de autoridades y portadores de tradición.