Nación Comcaac

Territorio y Biodiversidad

Nuestro territorio es único en el mundo. La Nación Comcaac resguarda el 92 % de la biodiversidad marina del planeta, en lo que es conocido internacionalmente como el acuario del mundo.

En el corazón de este territorio se encuentra la Isla Tiburón, área natural protegida, sitio Ramsar y patrimonio reconocido por la UNESCO.

Isla Tiburón

La Isla Tiburón es el territorio sagrado de mayor relevancia espiritual, cultural y natural para la Nación Comcaac. Es la isla más grande de México y constituye un Área Natural Protegida bajo la categoría de Área de Protección de Flora y Fauna.

Además de su extraordinaria biodiversidad, que incluye especies emblemáticas como el borrego cimarrón y diversas aves migratorias, la Isla Tiburón es un espacio central en la cosmovisión Comcaac, al ser lugar de ceremonias, relatos ancestrales y prácticas de transmisión cultural.

La isla no solo representa un ecosistema único en el mundo, sino también el corazón espiritual y cultural de nuestro pueblo.

Cosmovisión y Espiritualidad

La Nación Comcaac, tribu indígena originaria del desierto de Sonora y del Mar de Cortés, abre las puertas de su territorio prístino y sagrado para compartir con el mundo la riqueza natural y cultural que la ha sostenido por milenios.

Nuestro turismo no es masivo ni comercial: es bio-cultural e indígena, basado en la relación armónica entre comunidad, visitantes y naturaleza. Aquí, cada experiencia es guiada por guardianes Comcaac, portadores de un conocimiento ancestral transmitido de generación en generación.

Visitar el territorio de la Nación Comcaac es mucho más que hacer turismo: es entrar en un mundo donde la naturaleza sigue intacta y la cultura indígena permanece viva.

Aquí no hay espectáculos artificiales ni escenarios construidos: lo que se ofrece es la auténtica conexión con lo prístino, con el desierto, el mar y la sabiduría ancestral de un pueblo que ha aprendido a convivir en equilibrio con su entorno.

Cada experiencia —navegar entre delfines y lobos marinos, caminar entre dunas doradas, escuchar historias alrededor del fuego, acompañar a las artesanas en la creación de piezas únicas o recolectar frutos del desierto— es una oportunidad de aprender, sentir y transformar la manera en que vemos el mundo.

Cuando el día llega a su fin, el cielo se convierte en un lienzo de fuego y colores infinitos: los atardeceres Comcaac, reflejados en el mar y el desierto, son un espectáculo inolvidable, un momento sagrado que invita al silencio, a la contemplación y a la gratitud.

El Turismo Bio-Cultural Comcaac es también un acto de reciprocidad: quien nos visita disfruta de una experiencia inolvidable y, al mismo tiempo, contribuye a la preservación de la Isla Tiburón, el desierto sonorense y las tradiciones de un pueblo indígena milenario.

Ven, camina junto a nosotros, escucha el silencio de la Isla Tiburón, siente la fuerza del desierto, contempla nuestros atardeceres y descubre la riqueza espiritual de la Nación Comcaac.

Cosmovisión y Espiritualidad

El turismo en la Nación Comcaac no es solo recreación: es una alianza para conservar la biodiversidad y fortalecer nuestra cultura.

Cada visitante que pisa nuestro territorio se convierte en parte de un esfuerzo colectivo para proteger la Isla Tiburón, el desierto y el mar que nos rodea.

Al elegirnos, el visitante contribuye a:

Preservar especies emblemáticas como el borrego cimarrón y el venado bura sheldoni.

Proteger ecosistemas vitales como manglares, arrecifes y dunas desérticas.

Fortalecer la economía local a través del consumo responsable de artesanías y servicios comunitarios.

Respetar y visibilizar a un pueblo indígena originario que mantiene viva su cultura y su soberanía.

La autoridad se entiende como un servicio al pueblo y se ejerce en representación de la voluntad colectiva expresada en las asambleas.