Los manglares son pulmones del mar y refugio de innumerables especies. Caminar entre ellos guiados por nativos es descubrir un ecosistema vital y sagrado.
El senderismo, por su parte, conduce a paisajes desérticos, dunas, petroglifos y senderos ancestrales que resguardan historias y leyendas transmitidas de generación en generación.
Cada paso revela un territorio que ha permanecido intacto, misterioso y poderoso.